A Beto Rosa
Te vas con pasos serenos
Con el semblante diáfano
Que siempre te vimos
Con el único pesar, imagino,
De no seguir sembrando
Amor en casa
Sonrisas en el mundo.
Al emprender tú la marcha
Se dibuja en el aire una forma perfecta
Es la mano maestra que rige el universo
dándote su bendición.
Si alguna vez alguien la mereció
Eres tú, Beto Rosa.
© Agustín Fernández 2018