Estación de Newcastle
Un último café en esta ciudad
viendo pasar pasajeros
que llegan, que esperan, que parten
caras tristes del adiós
dichosas del reencuentro
hastiadas de travesía.
Esperando
bajo el arco magistral
que hace de cielo
a este tránsito sin nombres
bebo el último sorbo y declaro:
Desde hoy, pequeña mía,
ya no escudriñaré las multitudes
buscando tu cara.
Te buscaré
en las honduras del pensamiento
selvas, ríos y montañas
lunas, soles y galaxias
sentiré el pulso del universo
sabiendo que allí, en la infinidad de las cosas
estarás tú.
© Agustín Fernández 2020